Lecciones de mi primer año de emprendimiento
"Entre hombre y hombre no hay gran diferencia. La superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia". –Tucídides
Al finalizar cada
año, suelo hacer un recuento de las cosas que considero más importantes. Los
objetivos que cumplí, por que los cumplí, de que me sirvieron las cosas por las
que pase, que puedo aprender de estos 365 días y demás.
Tener en cuenta:
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Inevitablementeexitoso
surgió hace unos 5 meses aproximadamente, así que no serán las lecciones de un
año, pero si de un periodo. Peeeeero, no nació en esos cinco meses, sino que es
algo que vengo pensando, formando y creando hace algo así como tres años.
Así que como broche de oro de estos 5 meses,
quiero brindarles estas lecciones para aquellos que tengan algún proyecto en
mente y no están completamente decididos o no saben por donde empezar o creen
que son unos tarados que no pueden lograrlo.
1) Soy
normal. Como vos.
Muchas veces uno
ve empresas, proyectos o gente exitosa en distintas profesiones y creen que esa
clase de personas tienen algo distinto. Que tuvieron suerte. Que son
especiales.
No, no y no.
Soy un estudiante
universitario. Desapruebo parciales. A veces me aburro y no se que hacer.
Pierdo tiempo jugando a la Play y no leyendo. Cago. Meo. Tengo un grupo de
amigos normales. Discuto con mis viejos. Hago las mismas cosas que haces vos. ¿El
secreto? Se lo que quiero. Se lo que quiero conseguir en 5, 10, 20 años. Y cada
día, hago, trato de hacer aunque sea un poco de aquello me acerque a esos
objetivos.
2) No empecé
ni ayer, ni hace cinco meses ni hace un año
Empecé hace algo así
como tres años. Incluso un poco antes. Y al principio, no tenia idea COMO lo
iba a hacer, ni siquiera sabia QUE iba a hacer. Tuve cientos de ideas, cientos
de cambios de idea. Empezaba algo y no lo terminaba. Pero me acostumbre a
planear y a querer lograr algo, incluso si luego de un tiempo me daba cuenta
que estaba equivocado y tiraba todo la mierda. ¿El resultado? Si no estaba
pensando en como dirigir mi vida, me sentía que me faltaba algo. Sentía que
algo iba mal y eso me llevaba a intentar, por el mero hecho de sentirme mejor conmigo
mismo. Y de a poco, la idea se fue volviendo más física. Más tangible. Y
desemboco en la cuenta de Instagram que hoy seguís.
3) No
tenés que saber todo
Muchos me
preguntan: ¿Cómo empiezo? ¿Cómo sé que lo que estoy haciendo esta bien?
La respuesta: No lo
sabes.
Es como que
trates de saber como vas a reaccionar a la temperatura del agua de la pileta
antes de meter siquiera un pie en el agua. No hay forma de saberlo. Quizás esta
fría y reacciones de una forma. Quizás esta caliente y lo hagas de otra. Pero
no podes predecir por adelantado lo que harás sin saber la temperatura.
Empezá. Con el
tiempo te vas a dar cuenta de algunas cosas que podes mejorar y a que tenés que
prestarle más atención.
Si miras mis
primeras imágenes es Instagram vas a ver que son una mierda. Muchas veces no
sabia ni que escribir, ni a que horario subir las imágenes. Tenia miedo de como
serian mis primeros seguidores, ¿Quién sigue a una cuenta que solo tiene 2
seguidores? ¿Y si a nadie le gusta? Preguntas así aparecen.
No importa. Empezá.
4) Cuidado
con el ego
Pasado un mes
creo, alcance 1000 seguidores. Las imágenes promediaban 100 me gusta. Sentía
conformidad, como si al fin hubiera alcanzado lo propuesto. Esta sensación de
confort, te mata.
A la vez que sentía
satisfacción también tenia miedo, ¿Qué si la próxima imagen no fuera tan buena
y no llegara ni a 10 me gusta? Seria un fracaso para la cuenta. ¿Cómo sabría si
esta imagen es tan buena como las otras? ¿Y si mi cuenta se iba a pique? Muchas
veces dejaba pasar 1 día o subía una foto por día por miedo. ¿Miedo de que? No
se. Miedo. Inseguridad. Que solo lograba aumentar cuando veía a otras cuentas
del mismo estilo pero que brindaban menos, tener más seguidores que yo, en
menos tiempo. Me hacia replantear todo lo que venia haciendo (luego de me di
cuenta que muchas usaban seguidores falsos y cosas así, era imposible que una
cuenta con 30k seguidores solo tuviera 60 me gusta)
Y esto es algo
que pasa en todos los ámbitos. El ego, la identificación con los
resultados, ataca hasta a los mas
ilustres deportistas, ¿crees que no te atacará a vos también? Es inevitable.
Desde los autores que al lanzar un libro se sienten mal si no alcanzan la lista
de Best-Sellers hasta aquellos jugadores que al tener una temporada perfecta,
en la siguiente se vuelven mediocres.
La clave esta en
la siguiente lección.
5) Hay
cosas que controlas y otras que no. Conoce la diferencia.
La manera en que
enfrente y gane (por ahora) al ego es esa, saber que algunas cosas dependen de
mi y otras que no. Las que si dependen, merecen mi atención. Las otras, no. Así
que ahora, cuando subo una imagen cierro Instagram y no lo abro hasta mi próxima
subida. Si a la gente le gusta o no, depende de ellos. Si a la gente le aparece
o no en el inicio de su cuenta, depende de Instagram. Lo único que puedo hacer
yo, es tratar de hacer la imagen lo mas cool posible y brindar algo de calidad
con el post. Mas allá de eso, las cosas no están en mis manos. Si recibe 50 o
200 me gusta (o corazoncitos, no se como llamarles) no habrá cambiado el
producto, yo estaré igual de tranquilo, sabiendo que hice lo mejor que pude.
Nada externo me brindara esa paz.
Es como cuando te
matas estudiando para un parcial y el profesor se levanto con un día cruzado y
hace el examen de dos preguntas y si tenés un acento mal, ya te resta 70
puntos. Mala suerte. La próxima será. Lo que importa es que vos hayas
estudiado. Y hayas tenido los huevos para ir y rendir. Otros ni siquiera eso.
6) Hábitos,
hábitos, hábitos.
Lo único que
necesitas son un conjunto de buenos hábitos. No hay mucho más que eso.
Levantarse temprano. Leer unas horas por día. Escribir un poco. Planear por
adelantado. Pensar. Ejercicio. Meditar. Comer frutas. Todas estas cosas, luego
de un tiempo, generalmente de un par de meses, de que las implementes conciente
y constantemente, se vuelven parte del día a día. Y si por alguna razón, no
podes realizarlas o sentís que no tenés ganas o cualquier otro motivo, te sentís
mal con vos mismo. Sentís que algo te falta. Es algo inconciente. No se como
explicarlo, pero es una sensación de que te estas traicionando y esa sensación
te fuerza a que cumplas. Y al cumplirlo, esa sensación de deber, se refuerza. Y
así constantemente es un ciclo de nunca parar.
Llegado un punto,
se vuelven parte de vos. Una característica más de tu personalidad.
7) El
mejor marketing es un buen producto.
Calidad. Esa es
la palabra. Y eso todo lo que necesitas. Si el producto es bueno, es útil, es
necesario. Se venderá. Boca a boca. Si el producto es una mierda, no importa
cuanto de marketing estudies, ni apliques, NADIE le dará bola. Es una perdida
de tiempo. Concéntrate en hacer tu producto único, que brinde más que los
otros. Se hará viral solo.
Los días en que
no subo nada, por ejemplo, suelo ganar entre 6 a 7 seguidores. Mientras que en
los que subo algo, solo me siguen de 2 a 3 personas.
Nota: No estoy
diciendo que tiras todo el marketing a la basura, solo que no le prestes tanta
atención. Ocurrirá sin que te des cuenta.
8) Planea
todo. ABSOLUTAMENTE TODO.
Antes de empezar tenés
que saber de qué forma querés terminar. Cada acción que realices debe ser un
punto, ininteligible para los demás, pero absolutamente lógico para vos. De
forma que al terminar, los puntos formen la mejor constelación del cielo y
todos se den cuenta de la lógica y lo obvio de tus movimientos.
9) No se
lo cuentes a nadie. O casi nadie.
Hay varias
razones para esto. Y entre más grandes sean esos objetivos, más ganas de salir
y comentar en Facebook lo que estas produciendo, para que todos lo vean y
admiren tu grandeza y ambición. No lo hagas.
No es que debes
mantener tus objetivos e ideas en secreto por si alguien te los roba. Eso es
imposible. La verdadera cuestión es que al comentar tus proyectos, la gente
reaccionara. Algunos con envidia, otros trataran de minimizar lo que deseas, no
porque sean unos hijos de puta, sino que lo harán de forma inconsciente, otros
se reirán y te miraran raro.
Ahora, nada de
esto va a impedir que alcances lo que sea que te hayas propuesto, pero te vas a
ahorrar muchas, muchas, horas de discusión y horas de explicación. Lo más práctico
es mantener las cosas en secreto y moverte sin que nadie te vea.
Por ejemplo, esto
que estoy construyendo, no lo sabe nadie. Ningún amigo, y solo un familiar. Tengo
amigos que me siguen en Instagram y la verdad es que me causa risa cuando le
dan “like” a una foto o comparten un artículo, sin tener la menor idea de la
identidad de quien lo escribió.
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